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Nuestra
Señora de Chiquinquirá
Colombia
Fiesta central: 9 de julio
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Cuenta la tradición que entre los
primeros conquistadores del Nuevo Reino de Granada, Antonio de Santana,
encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, era especialmente
devoto de la Virgen del Rosario. Por este motivo fabricó en el pueblo de
Suta su dormitorio y pequeña capilla.
Deseando poner en ella una imagen de la
Madre de Dios, mandó pintar una imagen de Nuestra Señora del Rosario en
una manta de algodón. Era la manta más ancha que larga y para que no
quedasen en blanco los campos que quedaban a ambos lados de la Madre de
Dios, mandó pintar a San Andrés Apóstol y a Santa Antonio de Padua uno a
cada lado.
Luego que recibió la imagen, acomodó el
lienzo en un bastidor de madera y lo expuso en el altar de la capilla.
Pasaron algunos años y el desaseo y la humedad deterioraron el lienzo,
que apareció roto por varias partes y la pintura estaba casi borrada. A
la muerte de Don Antonio, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá
llevándose consigo el cuadro al que colocó en una capilla.
Diez años más tarde vino a aquel lugar
una piadosa mujer llamada María Ramos, cuñada del difunto Santana, quien
reparó el cuadro y lo expuso en el mejor lugar de la capilla. Un viernes,
26 de diciembre de 1586, se disponía a salir de la capilla, cuando una
india cristiana le llamó la atención hacia la imagen, que aparecía
rodeada de vivos resplandores. Volvió el rostro María Ramos y fue grande
su asombro al advertir la transformación que se había obrado en el
lienzo, cuyos colores, antes tan borrosos y desteñidos, aparecían ahora
vivos y claros.
Pio VII la declaró patrona de Colombia en
1829 y fue coronada canónicamente en 1919.