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Nuestra
Señora de Caacupé
Paraguay
Fiesta
central: 8 de diciembre
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A fines del siglo XVI un indio converso,
de oficio escultor, se internó en el monte y se encontró con una partida
de salvajes Mbayaes de los cuales logró escapar, ocultándose tras un
grueso tronco. En los angustiosos momentos que pasó en su escondite,
pidió a la Virgen salir con vida de aquella aventura. Libre de aquel
riesgo, labró una imagen con el mismo tronco que le había cobijado como
le prometió a la Virgen.
En el año 1603 el lago Tapaicuá se desbordó e inundó todo el valle de
Pirayú arrasando todo lo que estaba a su paso incluso la imagen de la
Virgen. Sin embargo al retroceder las aguas milagrosamente apareció la
imagen de la Virgen que el indio había labrado. Los pobladores
comenzaron a difundir su devoción y comenzaron a invocarla con el nombre
de "Virgen de los Milagros". Un devoto vecino, llamado José y carpintero
de oficio, le labró una modesta ermita y en ella empezó a recibir culto
la Virgen de Caacupé. La imagen e Ntra. Sra. de Caacupé es pequeña, de
poco más de cincuenta centímetros. Es Inmaculada y sus pies descansan
sobre una pequeña esfera, ciñendo su talle una faja blanca de seda.
Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta
de María de Caacupé y los peregrinos llegan por millares al Santuario a
demostrar su amor y gratitud a la Madre de todos, a la "Virgen Azul de
Paraguay".